Soft skills en el entorno laboral

Andrés Herrera 20 05, 2022

Las soft skills son una serie de habilidades que sin ser la base para desarrollar una determinada función profesional, sí que ayudan a su mejor desempleo. A diferencia de las hard skills, no son destrezas técnicas (como por ejemplo manejar un programa informático), pero permiten que el trabajador se desenvuelva mejor. Estamos hablando de capacidades como las funciones sociales, la inteligencia emocional o la aptitud para resolver problemas.

Si bien es cierto que las soft skils suelen aparecer en la persona de forma innata, no es imposible adquirirlas a través de la formación. De hecho, en la actualidad, muchos trabajadores que desean innovar en su currículum con estas habilidades cada vez más demandadas por las empresas.

La importancia de las habilidades blandas

Las soft skills se han vuelto muy necesarias en los últimos tiempos ya que hacen que el candidato, al que se le presupone el dominio de unas hard skills de cara al pusto al que opta, tenga un valor añadido de cara al entorno laboral. Ya sea porque su empatía le permite detectar necesidades de sus empleados, o porque le sea más fácil adaptarse a cambios que lleguen al entorno laboral, o nuevas necesidades. 

Por otro lado, en el caso de trabajos que se desarrollan de cara al público, tampoco es desdeñable poseer destrezas comunicativas para entablar buenas relaciones con los clientes. En el caso de los mandos superiores, contar con habilidades como la inteligencia emocional permitirá saber cómo están los empleados y mejorar su productividad, favoreciendo sus condiciones.En definitiva, las soft skills son importantes en tanto que añaden un plus de valor al currículum frente a otras candidaturas. Por ello, cada vez más se exigen por parte de las empresas para contar con este añadido en el perfil de sus trabajadores.

¿Cómo adquirir conocimientos blandos, o soft skills?

Los contenidos formativos relacionados con hard skills son sencillos de entender, por parte del docente que los imparte. Pero, ¿cómo aprender algo que, en principio es innato? Una de las fórmulas más habituales es el aprendizaje teórico, en la mente de todos están esos manuales que nos enseñan a desarrollar diversas habilidades y que, a menudo, están relacionadas con la autoayuda, como pueden ser los libros de Meritxell Garcia Roig sobre empatía. 

Pero en los últimos tiempos, todo ello se ha profesionalizado ante el aumento de la demanda de las soft skills, alcanzando incluso al terreno de la formación eLearning. De esta forma, se ofrecen contenidos que abarcan desde la teoría hasta la práctica, con la que poner en marcha todas estas habilidades en contextos reales donde pueden ser necesarias.

De hecho, los webinars, son una interesante opción para adquirir soft skills ya que brindan una herramienta de interacción en donde los alumnos pueden interactuar entre ellos, pese a la distancia, como pueden ser los vídeos de Lean Six Sigma Institute para mejorar la capacidad de resolver problemas. Aunque, quizás, la mejor opción sea apostar por acciones de formación mixtas que permitan aprender los contenidos teóricos a distancia y ofrecer prácticas presenciales para poder poner en marcha lo aprendido.

Eso sí, los alumnos deben saber que el aprendizaje de las soft skills es diferente a lo que normalmente se aprende ya que requieren una alta participación en contextos reales, desarrollando experiencias prácticas que cuenten con un alto nivel de interacción entre los alumnos y el cuerpo docente.

¿Cuáles son las soft skills más demandas en 2022?

En la actualidad las soft skills se han convertido en un requisito indispensable para el trabajador. Pero, ¿hay algunas mejor valoradas que otras? La realidad del mercado laboral y del sector de la formación, tal y como indican desde IEBS,  dicen que estas son las sofskills creadas en 2022 más demandadas:

  • Resiliencia: La pandemia nos ha enseñado que hay que ser capaz de adaptarse a situaciones inesperadas, de reconstruirse y ser fuerte para enfrentar estos retos. Por ello, se trata, quizás, de la soft skill más demandad, tanto por alumnos como empleadores, dada la inestabilidad de la situación actual.
  • Habilidades sociales: La suma de todos es más fuerte que la capacidad de cualquier individuo. Todos los empleados deben funcionar como un perfecto engranaje para hacer funcionar la maquinaria. Es por esto que las habilidades sociales son un requisito muy exigido con el fin de potenciar el compañerismo y el buen ambiente en los puestos de trabajo.
  • Creatividad: Si el entorno es cambiante, lo que sirve hoy, quizás ya no sea necesario mañana. Por este motivo, la imaginación y la creatividad se hacen muy importantes en cualquier currículum, la habilidad necesaria para salir de la zona de confort y adelantarse a la competencia antes de que ellos den el paso ante un nuevo contexto.
  • Compromiso: No hay que simplemente ‘trabajar’ para alcanzar el objetivo, hay que ‘comprometerse’ para ello. En este sentido esta soft skill marca una diferencia muy importante en la que la concentración y calidad del trabajo se incrementan frente a otras actitudes.
  • Pensamiento crítico: Las nuevas ideas escasean. Es curioso cómo en un mundo tan cambiante, da miedo salir de la zona de confort o, simplemente, pararse a analizar si lo que se está haciendo está dando el resultado esperado. De esta forma solo el pensamiento crítico permite el desarrollo de caminos que antes, ni se han pensado.
  • Mentalidad de crecimiento: Quedarse en la zona de confort puede ser atractivo, pero la mentalidad que nos hace movernos para crecer es muy valorada. El conformismo impide asumir nuevos retos y avanzar hacia el futuro. Por eso, las empresas quieren trabajadores con los que seguir innovando.
  • Flexibilidad: De nuevo el mundo tan cambiante en la actualidad es el que marca esta soft skill que permite adaptarse a los nuevos tiempos, a formas de trabajar nunca vistas y a usar nuevas herramientas que hayan  trastocado la estructura del puesto de empleo.
  • Proactividad: No hay que esperar a que sea la empresa quien nos indique que debemos mejorar o tomar decisiones para impulsar nuestra actividad, es el empleado el que, siendo consciente de su perfil y su desempeño, sea el que tome las riendas sobre sus próximas decisiones en el entorno laboral.

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