62 años desde que el Sputnik se lanzó al espacio

El ser humano es curioso por naturaleza y desde que tenemos conciencia, una de las preguntas que nos hacemos sobre el mundo que nos rodea es, ¿qué habrá más allá de ese manto azulado, o estrellado por las noches, al que llamamos cielo? Con el paso de los años distintos avances nos permitieron dar con la respuesta: todo un universo repleto de todo tipo de cuerpos celestes y otros elementos que aguardaban a ser descubiertos.

Desde la lente de distintos telescopios la humanidad pudo observar planetas, estrellas, cometas, asteroides… Pero solo habíamos arañado la superficie de lo que el universo tenía preparado. Con el paso del tiempo la tecnología permitiría dar un paso más y no solo ver qué hay más allá  de esta frontera, sino que aprendimos a traspasarla. Un evento que se conquistó hace 62 años.

Un 4 de octubre de 1957 la humanidad por fin cruzó la frontera que tanto tiempo llevaba observando. De esta forma el Sputnik cruzaba el límite marcado por la atmósfera a bordo del cohete R-7/SS-6 ICBM.

Del Sputnic a la actualidad

Cosmódromo de Baikonur, 4 de octubre de 1957, 19:12 (UTC). El cogete R-7/SS-6 ICBM despegaba desde esta ubicación de Kazajistán. A bordo llevaba un satélite cuyo nombre se grabaría a fuego en nuestras memorias: Sputnik. Un proyecto que suponía un paso adelante en la carrera espacial y que tomaba el relevo de otros que trataban de encontrar la forma de viajar fuera de nuestro planeta para conocer el espacio exterior.

En esta ocasión el Sputnic iba a salir de nuestra atmósfera para tratar de ofrecer información sobre la concentración de electrones en la ionosfera. Con 83 kg de peso, 58 cm. de diámetro y dos transmisores de radio, estaría tres semanas recabando datos que nos permitiría conocer un poco mejor ese entorno que rodea a la Tierra.

¿Cómo han cambiado las cosas en 62 años después? En la actualidad los satélites siguen siendo una realidad en nuestro día a día (aunque no podamos verlos a simple vista). Tecnologías que mantienen vivo el espíritu de aquel pionero llamado Sputnik, pero aprovechando los avances que el tiempo ha traído.

Un ejemplo es el satélite Swift, encargado de estudiar las explosiones de rayos gamma y que sigue con su misión 15 años después de su lanzamiento en 2004. Otro ejemplo del cambio tecnológico que ha llegado a nuestro día a día son los satélites Cubesat, que caben perfectamente en una mano y tienen un peso de un 1kg, aproximadamente.

Una tecnología que está permitiendo que distintos países puedan sumarse a la carrera espacial y sumarse al espíritu del Sputnik.

SputniC

Y llegamos a 2019, 62 años han pasado desde aquel lanzamiento y asistimos a un mundo donde las tecnologías son una realidad en nuestro día a día. Avances que incluso han llegado al mundo de la formación, dando lugar a una nueva modalidad de aprendizaje conocida como eLearning. Pero al igual que sucedía con el Sputnik, puede que las cosas hayan cambiado en su forma y ejecución, pero el espíritu sigue siendo el mismo.

Y es que no se puede entender el mañana sin atender antes al futuro. Por ello, desde Innovación y Cualificación ponemos a disposición del profesional de la formación SputnIC, un nuevo escenario que aprovecha las nuevas tecnologías para ofrecer, en un mismo producto, contenido, plataforma y herramienta de autor. Una novedad que aprovecha todos los avances que han llegado  a nuestras vidas para mantener mejor que nunca el espíritu que hace más de 20 años empezamos.

Además, queremos aprovechar esta fecha tan especial para apoyar a todos aquellos que siguen manteniendo el mismo espíritu pionero y que quieran seguir mateniéndolo, aprovechando las nuevas tecnologías. Por ello, todos aquellos que durante el mes de octubre quieran recibirán un premio muy especial: 25 primeras licencias de alumno gratuitas.